El autismo es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta la comunicación, el comportamiento y las relaciones sociales de las personas.
Si bien el autismo generalmente se diagnostica en la infancia, hay muchas personas que no reciben un diagnóstico hasta la edad adulta. En el artículo de hoy, exploraremos las señales del autismo en adultos y cómo puede afectar la vida cotidiana.
Principales signos de autismo
Las personas adultas con autismo pueden experimentar una variedad de síntomas. Algunos de los principales signos de autismo en adultos incluyen:
Dificultad para entender los pensamientos y sentimientos de los demás
Las personas con autismo a menudo tienen dificultades para comprender los pensamientos y sentimientos de los demás. Pueden tener dificultades para interpretar el lenguaje corporal o las expresiones faciales, lo que puede hacer que las interacciones sociales sean desafiantes.
Ansiedad en situaciones sociales
Las situaciones sociales pueden ser particularmente difíciles para las personas con autismo. Pueden sentir ansiedad o incomodidad en situaciones sociales, especialmente cuando se encuentran con personas nuevas o en lugares nuevos.
Dificultad para hacer amigos o preferir estar solos
A las personas con autismo a menudo les resulta difícil hacer amigos o conectarse con otras personas. Pueden sentirse más cómodos solos o disfrutando de actividades en solitario.
Parecer bruscos, groseros o desinteresados en los demás sin intención
Las personas con autismo pueden parecer bruscas, groseras o desinteresadas en los demás sin intención. Esto se debe a que pueden tener dificultades para comprender cómo su comportamiento o lenguaje puede afectar a otras personas.
Dificultad para expresar sentimientos
Las personas con autismo pueden tener dificultades para expresar sus sentimientos. Pueden tener dificultades para identificar sus propias emociones o para comunicarlas a los demás.
Tomar las cosas demasiado literalmente
Las personas con autismo pueden tomar las cosas demasiado literalmente. Pueden tener dificultades para comprender el sarcasmo o las expresiones idiomáticas.
Rutinas diarias y ansiedad
A las personas con autismo a menudo les gusta tener rutinas diarias y pueden sentir ansiedad si estas rutinas se alteran o cambian.
Otros signos de autismo
Además de los signos principales de autismo, hay otros signos que pueden indicar que alguien tiene el trastorno. Estos pueden incluir:
Falta de comprensión de las «reglas» sociales
Las personas con autismo pueden no comprender las «reglas» sociales, como no hablar encima de otras personas o no interrumpir las conversaciones.
Evitar el contacto visual
Las personas con autismo pueden evitar el contacto visual o parecer incómodas cuando se les mira directamente a los ojos.
Hiper o hiposensibilidad sensorial
Las personas con autismo pueden ser hiper o hiposensibles a ciertos estímulos sensoriales, como ruidos fuertes.
Otros síntomas de posible autismo en adultos
La conciencia del trastorno del espectro autista (TEA) en adultos ha aumentado dramáticamente en los últimos años, lo que refleja tanto un aumento en los diagnósticos como en la comprensión pública de que, incluso tarde en la vida, un diagnóstico puede ofrecer grandes beneficios y alivio. Aprende más sobre los síntomas del autismo en adultos aquí.
Los síntomas del autismo en adultos pueden manifestarse de diferentes maneras, aunque se pueden clasificar en tres áreas principales: interacciones sociales, comunicación verbal y no verbal, y comportamientos repetitivos o ritualistas. A menudo, las formas graves de TEA se diagnostican en los primeros dos años de vida de un niño, pero los individuos de alto funcionamiento pueden no ser diagnosticados hasta mucho más tarde en la vida.
Los síntomas comunes del autismo en adultos incluyen la dificultad para interpretar lo que otros piensan o sienten, la dificultad para interpretar expresiones faciales, el lenguaje corporal o las señales sociales, la dificultad para regular las emociones, la dificultad para mantener una conversación, la inflexión que no refleja los sentimientos, la dificultad para mantener el diálogo natural, la tendencia a participar en comportamientos repetitivos o rutinarios, la participación solo en un rango limitado de actividades, la consistencia estricta en las rutinas diarias, los estallidos cuando se producen cambios y el exhibir fuertes intereses especiales.
Otras manifestaciones comunes del TEA pueden ser aparentes en adultos en el hogar o en el trabajo. En el hogar, por ejemplo, pueden tener una colección de figuritas en su escritorio que deben estar en el mismo orden en todo momento, pueden inventar sus propias palabras y expresiones para describir las cosas, y pueden seguir el mismo horario todos los días de la semana sin gustarles los eventos inesperados. En el trabajo, pueden preferir mirar la pared o los zapatos de su jefe en lugar de mirarlo directamente a los ojos durante una conversación, pueden tener dificultades para comprender si su jefe está contento con su desempeño o enojado con él, y pueden hacer ruidos involuntarios, como aclarar la garganta, durante las reuniones.
Si experimentas estos síntomas o síntomas similares de TEA, consulta a un médico o profesional de salud mental para una evaluación formal del autismo y aprende más sobre las opciones de tratamiento para los síntomas del autismo en adultos.
Recuerda que un diagnóstico temprano y el tratamiento pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida de las personas con TEA.
Simon Baron-Cohen es un neurocientífico cognitivo y profesor de psicopatología del desarrollo en la Universidad de Cambridge. Ha sido reconocido como uno de los investigadores del autismo más conocidos y su teoría de la mente ha inspirado muchas investigaciones. Aunque, algunas de sus ideas más recientes son controvertidas.
La teoría de la ceguera mental en el autismo
Baron-Cohen propuso la teoría de la «ceguera mental» a mediados de los años 80 para explicar por qué las personas autistas ven mucho pero reconocen poco y tienen dificultades para clasificar lo que ven en un contexto social. Según esta teoría, los autistas tienen problemas para leer las intenciones y deseos de otros a partir de sus expresiones faciales y gestos.
Experimento de la teoría de la mente
Baron-Cohen y Uta Frith llevaron a cabo un experimento en el que mostraron a niños de cuatro años con autismo un escenario que involucraba a dos muñecas y les preguntaron dónde buscaría su canica la primera muñeca cuando regresara después de que la segunda muñeca había movido la canica a su propia canasta. Los niños con un desarrollo típico y aquellos con síndrome de Down se dieron cuenta de que la primera muñeca desconocía lo que había sucedido en su ausencia, mientras que una gran cantidad de niños con autismo afirmaron que la primera muñeca iría a buscar la canica a la canasta de la segunda muñeca.
La hipermasculinización en el autismo
En 2003, Baron-Cohen presentó la tesis controvertida de que el autismo es una variante extrema del cerebro masculino y que la hormona testosterona puede estar relacionada con la condición. Esta afirmación se basa en la idea de que los fetos masculinos producen más testosterona que las mujeres en el útero, y la testosterona prenatal influye en el desarrollo del cerebro.
Escáneres cerebrales en autistas
Los estudios con escáneres cerebrales han demostrado que las personas autistas tienen menos actividad en las regiones del cerebro responsables del procesamiento de las emociones y el lenguaje, la identificación de rostros y la evocación de recuerdos. En cambio, a menudo hay más actividad donde se procesan los objetos.
A pesar de que algunas de las ideas más recientes de Simon Baron-Cohen son controvertidas, su trabajo ha sido inspirador para muchas investigaciones sobre el autismo y ha contribuido a nuestra comprensión de esta condición.
La erosión de la empatía por Simon Baron-Cohen
En esta charla TEDx, Simon Baron-Cohen argumenta que el concepto de empatía es científicamente útil para explicar la crueldad humana. Define la empatía como teniendo dos componentes: empatía cognitiva y empatía afectiva. La empatía cognitiva es la capacidad de entender y reconocer los pensamientos y sentimientos de otra persona, mientras que la empatía afectiva es el impulso de responder con una emoción apropiada. Una baja empatía afectiva es un factor necesario para explicar la crueldad humana.
Hay factores sociales y biológicos que pueden llevar a un individuo a tener baja empatía, incluyendo la obediencia a la autoridad, la ideología, las relaciones de grupo interno/externo, el abandono emocional en la infancia y los niveles de testosterona. Baron-Cohen sugiere que las personas con autismo y los psicópatas son opuestos, con los psicópatas teniendo buena empatía cognitiva pero reducida empatía afectiva y las personas con autismo luchando con la empatía cognitiva pero teniendo intacta la empatía afectiva.
En esta charla, Simon Baron-Cohen explica cómo la empatía puede ser un factor importante para explicar la crueldad humana. La empatía se divide en dos componentes: empatía cognitiva y empatía afectiva.
La empatía cognitiva se refiere a la capacidad de comprender y reconocer los pensamientos y sentimientos de otra persona, mientras que la empatía afectiva se refiere a la habilidad de responder con una emoción apropiada. Según Baron-Cohen, una baja empatía afectiva es necesaria para explicar la crueldad humana, y hay varios factores sociales y biológicos que pueden llevar a una baja empatía en los individuos.
Baron-Cohen también hace referencia a cómo las personas con autismo y los psicópatas difieren en su capacidad de empatía. Los psicópatas tienen buena empatía cognitiva pero reducida empatía afectiva, mientras que las personas con autismo pueden tener dificultades con la empatía cognitiva pero conservar intacta la empatía afectiva.
En general, esta charla sugiere que la empatía puede ser una herramienta importante para entender la crueldad humana y que hay muchos factores que pueden influir en el desarrollo de la empatía en los individuos. Espero que la disfrutes:
Saber qué hacer si tu hijo con autismo necesita una maestra integradora o un acompañante externo, es muy importante para poder acompañar su proceso de aprendizaje.
Quizás ya hayas presentado todo en la obra social o tu prepaga y aún no obtienes respuestas.
Pues desde este post te vamos a brindar toda la información que necesitas para que sepas que hacer para que tu hijo con autismo pueda tener una maestra integradora y la obra social cumpla con este acompañamiento.
Inclusión Educativa: el Autismo y la maestra integradora
Desde hace varios años, tanto el estado nacional como las provincias tratan de hacer o activar programas para la integración de los niños con CEA en las aulas.
Se han escrito muchas resoluciones y leyes, pero la realidad es que estas son muy poco operativas.
Por ejemplo, cuando intentas conseguir un lugar para tu hijo en una escuela o cuando quieres mudarte o cambiarte y buscas una vacante, esto se vuelve imposible.
En general, terminas en lista de espera o te dicen que esa escuela ya tiene niños integrados y no pueden tomar a tu hijo.
También exponen que el edificio no cuenta con las posibilidades para que haya dos niños integrados en un mismo sitio.
Esto parece de terror, pero es lo que aún hoy pasa en las instituciones.
¿A quiénes nos referimos cuando hablamos de niños integrados?
Cuando por ejemplo tu hijo con autismo necesita maestra integradora o un acompañante externo para acompañar sus procesos de aprendizaje.
Ahora bien, cuando has logrado conseguir un colegio para que haya integración para tu hijo en esa aula.
Primero tienes que presentar los pedidos ante la obra social o tú prepaga para que te cubra ese acompañamiento externo o con una maestra integradora.
Entonces, acá radican las problemáticas porque no se logran esas autorizaciones.
Diferencias entre un maestro integrador y un acompañante externo.
Por lo general, para los niños con autismo; la maestra integradora es el nexo entre el sistema educativo donde asiste el niño o niña y la adaptación curricular para que el niño pueda ir a la par con sus compañeros, haciendo que no sea tan difícil la integración.
Esto lo puede hacer una escuela privada especial o la escuela especial de la provincia que adapta lo curricular y trabaja en conjunto con el colegio.
En estos casos hay una cuestión de vacío legal porque la maestra integradora no van todos los días a ver lo que pasa con el niño durante todo sus días de escuela.
Muchas veces, solo pasa entre dos o tres veces a la semana como modo de supervisión de cómo se está trabajando o solo acompaña un par de horas a estos niños.
Sin embargo, ¿Qué sucedería si estos niños con autismo requieren un acompañamiento extendido?
En aquellos casos en los que el niño se sienta muy abrumado en el aula, presente ansiedad o se necesite calmarlo; puede que requiera de un acompañamiento externo.
La obra social o prepaga ¿Tienen que autorizar estas dos funciones?
Si es algo que realmente en niño lo necesita y tienes una orden médica que lo sustenta y justifica; pueden convivir ambas funciones.
Ya que este niño necesita de una maestra que elabore la adaptación curricular y otro acompañamiento que apoye su transitar más fácil en el aula.
El autismo y la maestra integradora: ¿Qué leyes protegen al maestro integrador y de apoyo externo?
En materia de legislación, la convención de derecho de las personas con discapacidad, es la que garantiza y da la protección mayor a estas personas y tiene varias aristas de cobertura.
En cuanto a lo educativo, la propia convención habla sobre la posibilidad de que las personas con discapacidad tengan acceso integral a la educación.
Por otro lado, lo referente a la ley de rehabilitación de personas con discapacidad también garantiza el acceso a la educación.
Estas dos leyes, la de convención que está dentro de la Constitución ratificada por la ley de rehabilitación, enfatizan en garantizar la cobertura en la educación y la integración en las aulas.
Lo importante es que cuando veas estás dificultades, ya sea de rechazo por parte de la prepago u obra social, puedas hacer el reclamo judicialmente ante la justicia.
Sin embargo, previamente también puedes hacer un reclamo extrajudicial acudiendo a la superintendencia de servicios de salud y en caso de no contar con las respuestas, la última vía es lo judicial, mediante un amparo de salud.
Ahora bien, en cuanto a las leyes, estas sostienen que el equipo de apoyo en cuanto a la integración escolar tiene que tener una maestra que pertenezca a ese equipo.
La otra posibilidad es que la maestra de apoyo a la integración sea una prestación correspondiente y no pertenezca al equipo y sea una maestra externa.
Entonces, para acceder a todas las prestaciones de la obra social o tú prepaga, siempre es importante contar con el certificado de discapacidad al día.
Pero, si por alguna razón no lo tienes al día, el reclamo se hace más difícil, aunque de igual manera corresponde las prestaciones.
Conclusiones generales
¿Conocías estos derechos? ¿Alguna vez te fueron negados?
Si estás pasando por esta situación, ahora ya sabes cuáles son tus derechos y cómo puedes actuar para exigirlos.
Pero, si te queda alguna duda, tienes que recurrir a un asesor legal (abogado) que se especialice en estos temas y pueda brindarte aún más información sobre lo que puedes hacer para aprovechar los beneficios que le brindan las obras sociales a tu hijo.
Estamos seguros de que con toda esta información, ahora sabes qué hacer y cómo hacerlo.
Recuerda que es el derecho de tu hijo y la responsabilidad de las obras sociales o tú prepagas el acompañarlo en todo momento y aún más en sus procesos de aprendizaje y de salud física y mental.
Lo esencial es que conozcas todas las cuestiones legales que te sirven para salir adelante con tu hijo.
Todo lo que hagas lo tienes que hacer con tiempo, asesorada legalmente y sobre todo con mucha paciencia para seguir este camino.
Ahora sabes que cuentas con leyes que te acompañan y tienen la responsabilidad de hacerlo. No estás sola y tu hijo tampoco.
Los niños con autismo pueden obtener grandes ganancias a lo largo de la vida. Conozca las siguientes «banderas rojas» por edad:
Por 6 meses: Pocas o ninguna gran sonrisa o expresiones atractivas Limitado o sin contacto visual
A los 9 meses: Poco o ningún intercambio de sonidos, sonrisas u otras expresiones faciales.
A los 12 meses: Pequeños o ningún gesto balbuceante y de ida y vuelta, como señalar, mostrar, alcanzar o agitar. Poca o ninguna respuesta al nombre
A los 16 meses: Muy pocas o ninguna palabra
Por 24 meses: Muy pocas o ninguna frase significativa de dos palabras (sin incluir imitar o repetir)
Síntomas del autismo:
Un niño con TEA podría tener estos síntomas, aunque un niño típico también podría mostrar algunos de estos síntomas:
No responde a su nombre a los 12 meses de edad
No apunta a objetos para mostrar interés (apuntar a un avión volando) por 14 meses
No juega juegos «fingiendo» (pretender «alimentar» a una muñeca) por 18 meses
Evita el contacto visual y quiere estar solo
Tiene problemas para entender los sentimientos de otras personas o hablar de sus propios sentimientos
Ha retrasado las habilidades del habla y el lenguaje
Repite palabras o frases una y otra vez
Da respuestas no relacionadas a preguntas
Se molesta por cambios menores
Tiene intereses obsesivos n aletea sus manos o brazos, mece su cuerpo o gira en círculos
Tiene reacciones inusuales a la forma en que las cosas suenan, huelen, saben, se ven o se sienten
Consejos para amigos de la familia:
Para conocer a un niño con autismo, adultos y niños podrían probar algunas de estas estrategias:
Mantenga las conversaciones enfocadas y sencillas. Son pensadores literales: irán a la ventana a ver gatos y perros si dices que está «lloviendo gatos y perros».
Habla de lo que el chico quiere hablar. Algunos podrían estar obsesionados con ciertos temas, como superhéroes o trenes.
Ten paciencia. Los chicos con TEA a menudo tardan más en procesar la información.
Mantente positivo. Responden a un refuerzo positivo; ignorar el comportamiento de actuación.
Juegue con el niño o anime a sus hijos a jugar. A veces se comunican mejor y se sienten más tranquilos cuando se mueven o se centran en un juguete.
Sé cariñoso. Es posible que los niños no puedan expresar aprecio, pero la mayoría de ellos aman los abrazos.
Cree en ellos. Los niños con autismo están cultivando niños con un potencial desconocido; no definas al niño según el diagnóstico.
En la actualidad estuvimos acostumbrados a considerar al Autismo como un trastorno del neurodesarrollo, que afecta principalmente a las áreas de la comunicación social, el lenguaje, la interacción con otro y que incluso su forma de actuar es atípica en relación a otros niños que no poseen esta condición. Si bien esta denominación es avalada por el DSM-V (Manual Diagnostico y Estadístico de los trastornos Mentales) esta denominación acarrea consecuencias en la manera de pensar a estas personas, es decir, plantea al trastorno como una enfermedad, enfermedad cuya cura no existe, además de que genera estigmatización en las personas y caemos de nuevo en una pseudo diversidad en la sociedad que responde también a un modelo dominante que considera que lo normal estaría ubicado dentro de ciertos parámetros, ya sean leyes biológicas, psicológicas, y medidas de cuantificación.
Actualmente la perspectiva que ofrecen pensadores contemporáneos como por ejemplo Alexia Rattazzi, quien es psiquiatra infanto- juvenil (es miembro fundador delPrograma Argentino para Niños, Adolescentes y Adultos con Condiciones del Espectro Autista (PANAACEA), que fue creado con el objetivo de que exista un centro de referencia para todas las personas (niños, adolescentes y adultos) con condiciones del espectro autista y sus familias.), nos permite y habilita cuestionar estas concepciones que encasillan al autismo dentro de una enfermedad, posibilitando cambios en las posturas que aun siguen vigentes y que garantizan un cambio de paradigma. Esta condición se trata de una forma particular de percibir el mundo, de ser y de sentir. Son personas con talentos y muchos desafíos.
Esto nos lleva a hablar de neurodiversidad, lo que tiene relación con la capacidad que tiene una persona de pensar las cosas y de una manera diferente de cómo piensan las demás, a como procesamos la información, a cómo resolvemos las tareas, situaciones problemáticas. Este también configura un paradigma interesante para entendernos a nosotros mismos, con condición autista o no de manera diversa y además como partes integrantes de una misma sociedad.
TEA por CEA
Tengamos en cuenta que las personas somos totalmente diferentes, dentro de una cultura, diferentes en personalidad, dentro mismo de las familias e incluso si dos personas son hermanos gemelos, etc. Con esto quiero resaltar que si bien tenemos características en común, la diversidad es muchos compleja. Consideremos esto entonces para pensar en el concepto espectro. Este concepto engloba la gran amplitud de lo diferente dentro de la condición autista, es decir, a la gran sintomatología que comprende el espectro y refuerza la idea de diversidad. Alexia Rattazzi decía: “es una condición, una manera de procesar y de percibir las cosas, no por hacerlo de distinta manera se tiene un trastorno«
Otro de los grandes tópicos que plantea la profesional esla etiqueta constante a la que la sociedad somete a los individuos. «Es muy difícil no hacerlo, ya que es una tendencia compulsiva que tiene el cerebro, porque les da seguridad y confianza y la gente se asusta un poco al no saber qué esperar del otro, no tener en claro con qué te va a salir y es una de las grandes batallas: cambiar las creencias de las personas, invitarlos a pararse desde otro lugar«.
Una cuestión fundamental como profesionales de la salud mental es poder revisar nuestras prácticas y como nos dirigimos hacia esta condición, con que palabras hablamos de ello y como transmitimos a los padres dicho diagnostico porque lejos de estar preparados para escuchar un diagnostico CEA, se encuentran muy ansiosos, nerviosos, con mucha incertidumbre, con poca información precisa. Nos compete brindar información, acompañar a los padres, empoderarlos, ayudarles a tomar consciencia que ellos con un correcto acompañamiento y seguimiento, siempre se puede garantizar al hijo una mejor calidad de vida, haciéndoles entender que su hijo no tiene una enfermedad sino una manera distinta de entender el mundo y de conectarse con él y las personas que integran este mundo. Somos los responsables de generar y llevar tranquilidad a las familias desde un lugar profesional.
Puntualicemos algunas claves que configuran buenas prácticas en TEA:
Ante la complejidad del cuadro se necesita de una mirada interdisciplinaria y del trabajo colaborativo en equipo, que tenga en cuenta no solo las dificultades sino las posibilidades, el potencial y las fortalezas de cada niño o niña;
La detección y la intervención tempranas mejoran el pronóstico;
Los programas de tratamiento deben apuntar a los aprendizajes funcionales, la autonomía, la autodeterminación y la inclusión educativa y social;
Es fundamental compartir los objetivos de tratamiento, las orientaciones y las inquietudes con las familias;
Atender a las diferencias supone no negar la diversidad en los TEA, por eso hablamos de “autismos” y consideramos que la intervención no debe centrarse en los programas sino en las personas y su singularidad, privilegiando así la planificación centrada en la persona y sus posibilidades de aprendizaje y desarrollo.
Lo más importante es empoderar a la familia y que ellos sean los cuidadores primarios de las niñas y niños con espectro autista, porque son quienes tienen las herramientas y estrategias necesarias para proveer un ambiente óptimo de desarrollo de esos niños. Cuando decimos que lo que mejora la situación del niño con CEA es el amor o conexión emocional con el adulto, es porque sabemos que cuando un niño está enganchado con el adulto, motivado y disfrutando, en ese momento preciso es cuando más aprende cualquier tipo de habilidad, sea esta cognitiva, motora, de autorregulación emocional u otra. A veces ese enganche tienen que ver con el amor incondicional, con aceptar y amar sin condiciones, sin esperar que la otra persona te dé algo muy específico, es una forma de amor muy elevada. Cualquier persona que recibe amor incondicional de parte de sus cuidadores primarios tendrá ventajas en su desarrollo.
¿El cambio de mirada es posible?
«Mientras haya una intención de transformar la realidad se van a eliminar así las barreras que existen, los mitos y el desconocimiento. Es progresivo pero de a poco todo se puede», enfatiza Alexia Rattazzi.
El respeto y la amabilidad son piezas fundamentales, según Rattazzi. «Nada más tenes que ser buena persona para ser amable y poder cambiarle la vida a algún niño con CEA. Habla de la esencia de la persona, así que mi pedido en cada ámbito es ser amable, nada más».
La potencialidad de cada persona y el libre acceso de información son poderosas herramientas para el desarrollo de la vida cotidiana. A través de un cambio de mentalidad y un trabajo arduo es que se puede lograr hacer de éste un mundo más inclusivo y respetuoso de la diversidad, tratando de generar, no sólo un cambio de mirada con relación al autismo, sino también actitudes más amables por parte de todos los integrantes de la sociedad.
CEA en tiempo de Pandemia
Un tema actual como ser el vivir en un mundo que se encuentra atravesando una situación sanitaria muy delicada e importante, traspasa la vida de las personas en todo el mundo y no es indiferente para aquellas que tienen la condición del espectro autista. Por lo general ellas están acostumbradas a mantener patrones de comportamiento rutinarios, sin embargo, la cuarentena impuesta en varios países, para evitar la propagación del coronavirus ha alterado su estilo de vida.
Según Skeilly Castellanos, psicóloga educacional y especialista en TEA el hecho de haber dejado de asistir a su colegio, a sus actividades extra académicas, incluso haber dejado de asistir a las actividades terapéuticas, les representa un cambio en su dinámica; producto del encierro pueden empezar a aparecer nuevos indicadores de ansiedad, irritabilidad, llanto o alteraciones emocionales como respuesta al cambio repentino de sus actividades diarias. Esto, a su vez, se traduce en incomodidad o mayor susceptibilidad tanto en niños, como en adolescentes y adultos que están dentro del llamado espectro autista.
¿Qué pueden hacer los padres?
1.- Mantener la calma y la armonía, pues los niños y adolescentes van a percibir las energías negativas y esto generará más estrés y ansiedad.
2.- Comprender que los niños, independientemente del nivel académico que estén cursando, son infantes que necesitan moverse, jugar, hacer actividades motoras y físicas para drenar la energía.
3.- Tratar de hacer adaptaciones en casa que les puedan permitir a los niños recrearse con actividades.
4.- Regular los tiempos de exposición a dispositivos electrónicos como televisión, tablet, computadora o teléfono. Mucho más si es antes de la hora de dormir porque entonces el sueño será poco reparador y la consecuencia es una conducta irritable.
Skeilly Castellanos advirtió que hablar de una rutina específica va a depender de la realidad y capacidad de cada familia. Destacó los siguientes datos:
1.– Pautar una hora para levantarse un poco más tarde de la usual para ir al colegio. Luego de esto, asearse.
2.– Al momento de desayunar, almorzar o cenar, hacerlo en familia y sin exposición a la televisión.
3.– Dedicar una hora o 45 minutos a hacer actividades académicas en la mañana cuando el cerebro está descansado.
4.- Luego de las tareas es necesario hacer espacio para un receso, donde los niños o adolescentes puedan hacer alguna actividad divertida que les guste. Esto puede ser hasta la hora de almuerzo.
5.– Después de almuerzo se puede hacer otra hora de actividades académicas, pero necesariamente diferente a lo que ya se realizó en la mañana. Al final de esta hora, el niño puede hacer manualidades o alguna otra cosa de su agrado que involucre creatividad.